¿Qué comer para repeler a los mosquitos?
¿Por qué los mosquitos atacan más a unas personas que a otras? Cómo lograr que nuestra piel resulte menos atractiva para las mosquitos hembra, que son las causantes de las molestas picaduras
¿Es verdad eso que de que los mosquitos suelen picar a las personas «con sangre más dulce»? Tal como explica la Dra. Ana Molina, dermatóloga y divulgadora científica, este es uno de los mitos que circulan en torno a este tema pues la realidad es que estos insectos no son capaces de detectar nuestros niveles de glucosa en sangre, pero sí otras cosas como el sudor, el CO2 (dióxido de carbono) que emitimos en la respiración, la temperatura y humedad de nuestra piel.
Así, los mosquitos hembra o mosquitas, (pues son ellas las que pican), seleccionan a sus 'víctimas' en función de determinados compuestos volátiles de nuestro olor corporal como ácido láctico, amoniaco y otros compuestos químicos. Podríamos decir, como apunta la Dra. Molina, que se sienten atraídas por nuestro «perfume corporal natural» que se debe a sustancias que las bacterias de la piel elaboran en función de los compuestos presentes en el sudor. Y esto nos puede llevar a pensar, con cierta lógica, que al ducharse con frecuencia es posible eliminar parte de estos compuestos que atraen a los mosquitos hembra.
Una vitamina como repelente
Pero además de seguir esta recomendación de higiene y hasta de sentido común, también es posible reducir el atractivo del aroma de la piel para los mosquitos a través de la nutrición. Es lo que propone la Dra. Julia Farré, dietista-nutricionista y directora del Centro de Nutrición Julia Farré, quien explica que consumir suplementos de vitaminas del Grupo B, especialmente con vitamina B1, provocan un cambio en el nuestro olor corporal que detectan las mosquitas hembra y que en realidad les repele, pues no es un aroma que les atraiga especialmente.
En cuanto a los alimentos ricos en vitaminas del Grupo B cabría destacar el caso de los los cereales, las carnes, los pescados, los huevos, los productos lácteos y en el ámbito vegetal las legumbres, los aguacates, los plátanos, el brócolo, las berzas y las verduras de hoja verde.
La experta explica que comenzó a investigar este efecto a raíz de su propio embarazo durante el cual observó que, a pesar de que lo habitual en su caso era ser víctima cada verano de numerosas picaduras, durante el periodo gestacional pareció resultar poco atrayente para estos insectos. «En ese momento consulté a un colega farmacéutico que dio con la clave, pues me explicó que los complejos vitamínicos que se suelen tomar durante el embarazo suelen ser ricos precisamente en vitaminas del grupo B y que eso es lo que estaba funcionando a modo de repelente natural para los mosquitos», detalló Farré.
Eso sí, la nutricionista aclara que con la información sobre este efecto no pretende recomendar ahora a todo el mundo que se tome suplementos con vitaminas del Grupo B para este fin, pues es algo que debería estar controlado por un profesional médico, si bien aclara que se trata de un suplemento que no es peligroso y se puede consumir con tranquilidad, ya que este tipo de vitaminas son hidrosolubles y fácilmente eliminables por el organismo por lo que rara vez pueden dar lugar a toxicidad por el exceso en su consumo. De hecho, pueden conseguirse en la farmacia sin receta médica y para cualquier adulto sano y responsable puede ser una buena opción durante los dos meses de verano para evitar los molestas picaduras. Sobre este punto, eso sí, Farré pone una bandera roja bien clara: no deben darse a los niños sin supervisión médica.
Repelentes que funcionan
Aunque el hecho de consumir este complejo vitamínico pueda ser una ayuda, en realidad lo más aconsejable es actuar por todos los frentes, tanto desde dentro como desde fuera, por lo que no está de más ayudarse de un repelente externo. A la hora de elegir el más adecuado lo más importa es atender al uso. En la actualidad existen productos anti-mosquitos en forma de spray o en forma de gel o crema, pero para que sean efectivos es importante aplicarlo en el cuello y las muñecas, que es donde el latido es más fuerte y superficial, aumentando así su olor y acción, según asegura la farmacéutica Rocío Escalante. También es práctico su uso en las zonas distales de la pierna y la zona del tobillo, que suele ser un área de fácil acceso para el mosquito.
Para las zonas del cuerpo más delicadas como el rostro Escalante recomienda usar los productos de tipo roll-on o con stick. Y en el caso de los niños recuerda que hay que usar productos específicos infantiles (no es lo mismo la piel de un adulto que la de un bebé), adaptados a ese uso y que las pulseras repelentes suelen funcionar bien.
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También debe comprobarse que haya pasado los controles de calidad (comprarlo en farmacia aporta esa garantía), revisar que no incorporen componentes químicos ni alérgenos que puedan irritar la piel y consultar la información sobre la edad a partir de la cuál pueden aplicarse, así como los datos sobre cuánto duran para saber cuándo hay que repetir la aplicación del producto.
En cuanto a las opciones menos químicas, cabe recordar que algunos olores como el de la lavanda , el eucalipto , el clavo de olor, las hojas de menta o la manzanilla pueden ayudar a repeler a estos insectos, pues esos aromas no les gustan especialmente. Aunque uno de los más eficaces es el de la citronela (limoncillo o hierba limón), que proviene la planta «cymbopogon citratuses» y que tiene un intenso aroma que repele a los mosquitos. De hecho es fácil encontrar velas de citronela que se comercializan precisamente con este fin.
Además, el aire acondicionado y los ventiladores emiten un flujo de aire que no solo provoca una molesta corriente que impide al mosquito volar con facilidad, sino que además contribuyen a airear y a dispersar el CO2 que emiten las personas al respirar, que es lo que atrae al insecto.
Y si ya me ha picado, ¿qué hago?
Cuando el mosquito (o mejor, la mosquita) pica lo que hace es introducir bajo nuestra piel dos diminutos tubos: uno de ellos le sirve para sorber nuestra sangre, y el otro para inyectarnos una sustancia que evita que la sangre se coagule en la herida o en su trompa antes de haber terminado de sorber. Esa sustancia, según explica la Dra. Molina, provoca que nuestro cuerpo libere histamina , una sustancia de nuestro sistema inmune que es la responsable de la inflamación, el picor y la aparición de ronchas. Es decir, que todo lo que se produce tras una picadura, no es técnicamente culpa del mosquito, sino del cuerpo reaccionando a esa sustancia.
Esta es la causa, por tanto, de que no todos reaccionemos igual: algunos apenas muestran un bultito mientras que otros desarrollan ronchas y habones de varios centímetros, con ampollas incluso (culicosis bullosa).
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Para tratar las picaduras de mosquito lo ideal, según revela la dermatóloga, es aplicar frío local para controlar la inflamación, aunque también podemos tomar algún antihistamínico oral y aplicar alguna crema con corticoide tópico y antibiótico , especialmente si nos hemos rascado porque habremos provocado pequeñas heridas con las uñas que se pueden sobreinfectar.